lunes, 26 de diciembre de 2016

Importancia de la ecografía mamaria y la mamografía

El cáncer de mama es el tumor más frecuente en la mujer. Se cree que una de cada ocho lo tuvo, tiene o tendrá. Pero, hoy las esperanzas de curación y sobrevida superan en muchos casos el 90 por ciento.

Existen dos métodos para poder realizar un diagnóstico precoz de un cáncer de mama. Uno de los métodos más usados para prevenir o detectar el cáncer de mama es la mamografía, el cual consiste en una toma de rayos X en las glándulas mamarias. El otro método es la ecografía mamaria.



La ecografía mamaria consiste en hacer uso de ondas sonoras en las mamas, a través de un ultrasonido.  Por una parte la ecografía permite diferenciar los nódulos sólidos de los quísticos, lo cual no se puede observar en una mamografía. Se puede realizar en mujeres antes de los 30 años de edad, en embarazadas o en estado de lactancia, y como complemento de la mamografía en el estudio de la mama densa. Puede ser de utilidad en pacientes que presentan secreciones o implantes de siliconas.
La mamografía constituye el método más confiable y de mayor precisión para la detección temprana del cáncer de mama en mujeres asintomáticas. Es capaz de demostrar la presencia de microcalcificaciones agrupadas, que representan la forma de presentación más frecuente del cáncer de mama en su etapa más precoz. Se recomienda realizar la mamografía a partir de los 35 años, mientras que la ecografía se puede realizar incluso antes de los 30.

Son estudios destinados a mujeres de distintas edades y con diferentes necesidades. Ninguno reemplaza al otro, sino que son complementarios.

Dado lo mencionado previamente, se recomienda que para poder detectar de manera efectiva algún tipo de desarrollo de glándulas cancerígenas se deben realizar tanto la mamografía como la ecografía, según sea la recomendación del médico.